Las relaciones son más difíciles
ahora porque ya nadie se toma el tiempo en enamorar; las conversaciones se
convirtieron en textos, los argumentos en llamadas, los sentimientos en
indirectas. La palabra amor
es utilizada fuera de contexto, la inseguridad se volvió una forma de
pensar, los celos en hábito, engañar en accidente y ser
lastimado ahora es algo natural. Es una cruda
realidad, se puede decir, pero también
es crudo que cuando alguien sí se toma el tiempo de enamorar, en la otra
persona aparezca la duda. Y la
duda es creencia, no certeza, es falta de entender. Idealizan tanto que cuando aparece lo
real no se lo creen, y pierden la oportunidad y siguen quejándose y siguen idealizando,
cayendo en un vicio. Fueron
mordidos por una serpiente y ahora le temen a las sogas.