Hubo un tiempo en el
que esto se me daba mejor. Cuando
tu sonrisa diaria estaba asegurada y tu felicidad ocasional me la ganaba con
cada tontería.
No sé cuánto tiempo
he estado esperando por esto, o cómo voy
a hacer para sacarte una sonrisa. No sé ni si
quiera si soy la más indicada para hacerlo.
Sabes lo mucho que
odio verte mal, lo odio más que verte fingir.
Y sabes lo mucho que me gusta que le enseñes tu
sonrisa al mundo. No deberías dejar
de hacerlo, por muy mal que vayan las cosas. Tampoco deberías esconderte, ni dejar que todo se
caiga a pedazos. Sé que cuesta, que te
cuesta, pero las dos sabemos lo fuerte que eres. No me he olvidado de lo fuerte que me pegabas por
alguna tontería, ni de tus enfados.
Puedes con esto y más, y lo sabes.
No podrás esconderte por mucho más tiempo, como ya
te dije: o sales, o te sacan.
Y si decides salir,
hazlo con una sonrisa, no lo olvides: Siempre
con una sonrisa, Julieta.