+ Perdóname, si tan solo me dijeras lo que hice mal, quizá pudiera arreglarlo.
-No hiciste nada malo.
+¿Entonces que hice?
-¿Que hiciste? Me convertiste en una buena persona, me enseñaste a no juzgar sin conocer, a reír, a perdonar, me enseñaste muchas cosas valiosas, y te lo agradezco.
+¿Que tiene de malo eso?
-Nada, absolutamente nada, simplemente, ya te tuve mucho tiempo conmigo, no sirve de nada mezquinar un tesoro, Te quiero, y ahora ve y enséñale al mundo lo que me enseñaste a mi. Buena Suerte...
+No me digas adiós, al menos sin dejarme decidir, porque yo no te quiero perder, eres una parte de mi, no me dejes.
(Pero ella ya estaba muy lejos para oírlo, sin embargo le había dejado un mensaje: "Recuerda si quieres algo, déjalo ser, Te quiero y siempre lo haré, Hasta Siempre)
