Encontré
una foto tuya entre tanta cosa y me agarro una angustia terrible. El sentir que
te veía de otra forma hace un año atrás(o mucho menos) y que hoy todo es
diferente. Mi forma de verte, de sentir, de vivir. Ya no estás al lado mío,
pero que lindo fue tenerte tan de cerca, poder desnudar tu alma, no te cuerpo,
poder sentir tu mirada, no solo ver tus ojos. Poder sentir el amor que me
tenias con una caricia. Y así con todo, en todo momento. Hoy, por más enojo y decepción
que haya de ambos lados, por más reclamos que tenga para hacerte toda mi vida,
por más odio que sienta al verte tan cambiado, sigo sosteniendo que nuestra relación
fue admirable por muchas cosas, pero principalmente, porque nos abrimos los
ojos mutuamente, y así, el corazón al mismo tiempo. Gracias y perdón si alguna
vez te lastimé, y más perdones si hoy te lastimo sosteniendo esta decepcion,
costantemente. Siempre vas a tener a tu “chiqueteta” para escucharte, pipi. Ya
sabes que es para vos.