jueves, 2 de agosto de 2012


Nunca terminamos de conocer a una persona realmente, nunca confíes en todos, porque esos todos pueden traicionarte. Algunas veces nos damos cuenta la clase de persona que son con tan solo una mueca, un gesto o tal vez una equivocación, pero luego nos ponemos a pensar y nos sorprendemos porque jamás hubiéramos pensado que serían así. Algo que aprendí es que a veces no tenemos que esperar a que ellos cambien sino que nosotros tenemos que cambiar, lo primero, es saber aceptar a una persona tal cual es porque a veces la persona que mas esperamos que cambie no lo hace, uno cambiando puede ayudar a cambiar a la otra persona.