Nunca terminamos de conocer a una persona realmente, nunca confíes en
todos, porque esos todos pueden traicionarte. Algunas veces
nos damos cuenta la clase de persona que son con tan solo una mueca, un gesto o tal vez una equivocación,
pero luego nos ponemos a pensar y nos sorprendemos porque jamás hubiéramos pensado
que serían así. Algo que aprendí es que a veces no tenemos que
esperar a que ellos cambien sino que nosotros tenemos que
cambiar, lo primero, es saber aceptar
a una persona tal cual es porque a veces la persona que mas esperamos que
cambie no lo hace, uno cambiando puede ayudar a cambiar
a la otra persona.