Tengo una propuesta para ti. Pienso que quizás podrías
quedarte por el resto de mi vida dentro de ella y de una manera especial. Hablo de que no tienes la obligación de llevar algún título en particular
para ser mi prioridad en todo momento, ya que no me valdría de nada si no es lo que tú quieres. Quiero que sepas que me
haces intensamente feliz con muy poco. Es más, hasta ahora mismo lo estás
haciendo. Me conformo con que no me veas como a una desconocida y me recuerdes casi a diario lo que sientes por mí, de otra manera, creería
que se está desgastando. Hazme saber
cómo te sientes y si necesitas algo. Incluso, si quieres que te deje ir,
házmelo saber. Recuerda que tu felicidad es la base de la mía y en caso de que nunca me
lo pidieras yo podría acompañarte hasta el último de tus días, ¿Qué dices?, ¿Aceptas o no?