Cada vez que cruzas la puerta para irte muero de miedo, miedo de que encuentres a otra mucho mejor que yo, a alguien que en verdad te merezca, a alguien que te haga mucho más feliz que yo, pero en vez de eso, siempre vuelves diciéndome cosas hermosas, abrazándome y haciendo que me sienta mejor conmigo misma…Cada vez que siento esas inseguridades crecer en mi piel, cierro los ojos con fuerza y me acuerdo cuando me dijiste que jamás me dejarías caer.