jueves, 21 de marzo de 2013


Un árbol que deja caer pocos frutos. Mujeres saciables, no pierden su tiempo queriendo trepar a este vil resoluto.Hay noches, que un ángel, alcanza sus ramas. El árbol concede todas sus manzanas y el sol, en su viaje, se viste de gala, soñando  poder, al llegar la mañana ver a estos dos locos, fundiendo sus almas.Un viernes de invierno, mostró displicencia:La joven mujer divisó sus cortezas. Notó que con ellas podía escalarlo y subió donde pocas pudieron lograrlo.